Joven convierte toneladas de ropa desechada en ladrillos resistentes al fuego

Clarisse Merlet es la joven emprendedora que lleva la delantera en la empresa francesa FabBRICK, que se encarga en reciclar residuos textiles y los convierte en ladrillos con funciones térmicas y acústicas.

A los residuos textiles, rara vez se le dan un uso ecológico. En Francia, se recogen aproximadamente 4 millones de toneladas al año, que van a parar a los vertederos sin ninguna opción de reciclaje.

Al observar esta situación, Clarisse Merlet se sorprendió y pensó en hacer algo, también se enteró de los desechos que genera la construcción convencional, que no son para nada escasos.

Clarisse Merlet pensó en emplear los recursos que deja la construcción, pero valiéndose de desechos textiles. Así surge FabBRICK, una empresa que fabrica ladrillos decorativos y aislantes, utilizando ropa vieja. En abril de 2019, se consiguieron fondos a través de varios seguidores de la idea. La cifra fue de aproximadamente unos 10.000 euros, los cuales se utilizaron en una máquina de ladrillos.

Para obtener un ladrillo en FabBrick, se escoge primero el color de los textiles. Se utiliza tela de algodón, por ser la mejor en lo que se refiere al aislamiento del clima y del ruido.

Posteriormente, se colocan en la balanza los textiles, esto asegura que cada ladrillo pese lo mismo luego se mezcla con el pegamento ecológico, hecho de ingredientes no contaminantes. De esta forma, se logra una composición impermeable y resistente al fuego. La compresión se logra con una máquina inventada por la joven emprendedora.

La máquina es de funcionamiento óptimo, no necesita estar conectada a la corriente eléctrica, pues es de uso manual y mecánico. Al lograrse los ladrillos, se dejan secar de manera natural por 15 días, después de este espacio de tiempo están listos. Cada ladrillo necesita la cantidad de tela, que equivale a dos o tres camisetas de tamaño promedio.

 Se pueden obtener en cuatro tamaños, que son ideales para divisiones de habitaciones y pueden servir como elemento decorativo de interiores o tiendas. También, se pueden utilizar en la fabricación de lámparas, mesas o muebles.

Según datos recientes, ya se han fabricado más de 40000 ladrillos desde finales del 2018, lo que equivale a 12 toneladas de textiles reciclados. Y la fama de esta iniciativa sigue creciendo.

Por ejemplo, el centro comercial parisino Galeries Lafayette muestra estos logros de FabBRICK como productos logrados artesanalmente. También, Vinci Construcción fomenta la práctica de convertir sus propios uniformes desgastados en taburetes o lámparas.

En una entrevista reciente, Merlet mostró un prototipo de un ladrillo fabricado con máscaras quirúrgicas trituradas. Sin duda, una propuesta ecológica interesante, para abordar la problemática ambiental.

Comentarios

  1. Hola mí nombre es Luis Alberto silva me encuentro con mí compañero de trabajo y también proyectamos cosas productivas

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