En Santa Fe, Rosario, Argentina se han sumado al cambio y han obrado en consecuencia.
La normativa aprobada por el Concejo local sostiene que los mercados y almacenes no pueden utilizar envoltorios plásticos para comercializar frutas o verduras. Con esta finalidad se busca reducir el impacto de los materiales contaminantes al ecosistema. Esta idea es proveniente de una iniciativa global que llegó a Rosario para visibilizar prácticas tan extendidas como nocivas para el medio ambiente
“Los alimentos a los que hacemos referencia tienen un envase ecológico, biodegradable, sustentable y hasta muchas veces comestibles que es la cáscara”, destacó Luz Olazagoitía autora de esta ecológica iniciativa y concejal del municipio en cuestión.

Una vez que se implemente la normativa, los locales que se encarguen de la distribución de frutas, pueden venderlo sin necesidad de adicionar una bolsa o envoltorio plástico. Si el mismo tiene una cáscara no existirá ningún problema, lo mismo será en el caso de las verduras.

“Los residuos del río Paraná, el 90% son plásticos y en la zona que comprende a nuestra ciudad se detectaron presencias alarmantes de microplásticos, mesoplásticos y microplásticos”, afirma Olazagoitía.

Bajo el interrogante “¿Hay algo más absurdo que empaquetar a una banana?”, los promotores buscan generar conciencia sobre la contaminación que se produce por este tipo de acciones. Se espera que otras dependencias asuman posturas similares en el futuro cercano.