El uso de vidrio, plástico y colillas de cigarrillos cobra mayor importancia.
TerraCycle es un pionero a nivel mundial en lo que a reciclaje se refiere. Su interés está en aquellos elementos que aparentemente no pueden ser reutilizados. La idea recoge lo que puede considerarse desecho, para transformarlo en materia prima.
No se puede negar la realidad de que nos estamos llenando de basura, y no solo eso, sino que esta, muchas veces no recibe el uso adecuado. Pese a los innumerables esfuerzos para la minimización del impacto medioambiental, el efecto parece ser indetenible. Los niveles de consumo son cada vez más elevados y por ende, la cantidad de productos desechados.
Los desechos utilizados suelen ser diversos, y pueden componerse de envoltorios hasta colillas de cigarrillos. Existen algunos artículos que pueden ser considerados de bajo efecto, sin embargo, no es así con su composición, un ejemplo de esto son las tapas de algunas botellas.

En el patrón que ofrece de TerraCycle, prácticamente todo es reciclable, salvo por los procesos de recolección y clasificación que tienen un nivel de dificultad. Aun así, esta se minimiza cuando en la comunidad colocan los desperdicios, los seleccionan y ubican en los lugares destinados para ello. Dicha fundación, se sostiene con las donaciones que realizan por cada kilo de basura que es reciclada.
El proceso en cuestión garantiza que el desecho de mezclilla, las máquinas de fax desechadas, los guantes quirúrgicos, elementos metálicos como la plata, el corcho y otros elementos que nadie imaginaba que pudieran ser reciclados, reciban un uso útil. ¿Quién diría que las colillas de cigarrillo podrían ser reutilizadas? Pues de eso se trata del nuevo modelo implementado por TerraCycle.

Algunos proyectos públicos considerados de alto nivel, es el uso de latas de pintura en aerosol para la fabricación de un gimnasio al aire libre. Dichas instalaciones, fueron protagonistas de las olimpíadas de Londres en 2012. Otro proyecto sostenible y de economía circular, es un patio de recreo construido con botellas de gel desechadas.
Tom Szaky es el cerebro detrás de esta iniciativa, y cuya meta es que no exista el concepto de basura o desperdicio. Declinó de su título y dedicó todos sus esfuerzos a la reutilización de los desperdicios con un fin útil.

Su alimento orgánico empezó a formar parte de las estanterías de Walmart y Home Depot, con un empaque muy interesante, los envases de refrescos previamente reciclados. Y no solo eso, sino que las bolsas también fueron fabricadas a partir de botellas, una idea muy ingeniosa.
Szaky está convencido de que:“La basura no es una idea natural. No existe en la naturaleza de ninguna manera”.
“Existe por dos cosas. Lo primero es el consumo, que es que compramos mucho más de lo que necesitamos y lo que compramos no lo guardamos. El segundo son materiales complejos. Muy pocas cosas que tocamos en nuestras vidas están hechas de cosas con las que la naturaleza sabe qué hacer. Entonces, si suma esas dos cosas, obtendrá el concepto muy moderno de desperdicio”.

Szaky piensa que si en la labor de reciclaje hay obstáculos, estos son puramente de índole financiera. Por ejemplo, El aluminio proveniente de las latas vale más que el mismo proceso de recolectarlo y procesarlo. Sin embargo, no debería existir un material que no sea digno de ser reutilizad y previamente reciclado.
Los primeros que han puesto el modelo a seguir son las oficinas de TerraCycle, ya que en todos sus accesorios e implementos se encuentra presente la acción del reciclaje en toda su expresión.

El movimiento que encabeza TeraCycle ha sido imitado por empresas como Nike, Adidas, Pentatonic o Starbucks que mantienen campañas para mantener una economía circular usando materiales para reciclar.
“Estamos obsesionados con hacer de la economía circular una realidad en el consumo diario”, dice un vocero de Miniwiz, empresa asiática que ha logrado gafas de sol con CD viejos y cascaras de arroz.

“Vivimos para apoyar la adopción masiva de un sistema circular mediante el cual todos los materiales que utilizamos se reutilizan, una y otra vez, y otra vez sin desperdicio” agregó el comunicado.
Estas ideas puede presentar detractores. Ante estos argumentos, el activista ecológico Beth Terry menciona: “Como si alguien necesitara un bolso de mano hecho con envoltorios de Clif Bar”. La realidad es que si se pretende cumplir con los acuerdos establecidos para atenuar la contaminación ambiental, se debe tomar medidas económicas circulares y establecer políticas ecológicas.

Stephen Clark reconoce que las medidas de reciclaje tienen límite.“Podemos recolectar 10,000 kilos de paquetes de café usados, pero no hay necesidad de miles de estuches de lápices, por lo que hay un desajuste”.
Falta ver en el futuro como se desenvolverán los ajustes que hagan las naciones para cuidar lo que queda de planeta. Lo mejor seria no producir nada que contamine, pero los interese comerciales predominan en vez que el sentido común.